El gusano sano
Era un gusano
muy sano
-nunca tosía-.
Era un gusano
muy sano
-sólo tejía-.
Sano y enano
el gusanito era
-sólo comía
hojas de morera-
El gusanito
no quería ser lo que era,
lloraba y lloraba
lágrimas de seda.
Se escondió en su capullo
para que nadie lo viera
-llorar-.
El gusanito
no quería ser gusano,
quería ser otra cosa.
Su deseo fue realizado,
se convirtió en mariposa.
-¡Seré mariposa blanca
porque al revolotear
quiero ser y parecer
palomita de la paz!
Gloria Fuertes
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